sábado, 26 de mayo de 2018

Tanques en servicio


Los M-48A5E2, modernizados con un motor diésel Continental AV-1790-2A de 760 CV, cañón M-68 de 105 mm,1​ dirección de tiro electrónica Hughes Mk.7, cámara termográfica y telémetro láser, fueron los tanques más poderosos de que dispuso el Ejército de Tierra hasta la llegada de los Leopard 2 en la segunda mitad de la década de los 90. En la imagen un ejemplar en el Museo de Medios Acorazados (MUMACET) de la Base de El Goloso (Madrid).
TANQUES EN SERVICIO
El tanque o carro de combate tiene más de 90 años de historia en el Ejército de Tierra español, desde el primer FT-17 francés entregado en 1919 hasta el Leopard 2 alemán de principios del siglo XXI. El FT-17 y el Schneider CA1 tomaron parte en la Guerra del Rif y en el primer desembarco anfibio con tanques de la historia en Alhucemas.23​ En 1925, el Ejército español emprendió un programa para desarrollar y producir un carro de combate autóctono llamado Trubia A4, basado en gran medida en el FT-17. A pesar de que el prototipo funcionó bien en las pruebas, el tanque nunca se produjo en masa. España también experimentó con el italiano Fiat 3000, adquiriendo una unidad en 1925 e iniciando otro programa llamado Landesa para conseguir uno nacional. Ninguno de ellos evolucionaría en un programa armamentístico a gran escala y como resultado de ello el FT-17 continuó siendo el carro de combate más numeroso en el Ejército español hasta el principio de la Guerra Civil Española de 1936.
Entre julio de 1936 y abril de 1939, durante la guerra, los dos ejércitos enfrentados recibieron grandes cantidades de carros de combate de las potencias extranjeras. Las tropas sublevadas fueron ayudadas por Alemania e Italia, mientras que las republicanas los recibieron de la Unión Soviética, muchos de los cuales serían capturados e incorporados a sus filas por el ejército enemigo. La Guerra Civil sirvió así de campo de pruebas eficaz de la guerra mecanizada para los intereses de las naciones que finalmente tomarían parte en la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los intentos de los observadores y soldados soviéticos, alemanes e italianos de usar las nuevas teorías ideadas, la falta de calidad de las tripulaciones y tanques, y la insuficiente cantidad de estos últimos, causaron una mala impresión sobre la utilidad de sus carros de combate.
El Ejército español terminó la Guerra Civil con una flota de tanques ligeros. Mirando los más modernos y capaces carros de combate del mercado, el Gobieno y el Ejército españoles aprobaron diseñar y fabricar un carro ligero mejor, llamado Verdeja. A pesar de que probó ser extremadamente competente, la falta de materias primas e incentivos condenaron el programa al fracaso. Además, los requerimientos del ejército fueron satisfechos temporalmente con la obtención de los Panzer IV a finales de 1943. Sin embargo, el fracaso a la hora de adquirir más Panzer IV condujo a España a tener un grupo de tanques ligeros bastante anticuado y un insuficiente número de tanques medios. La decisión norteamericana de no permitir a España emplear el nuevo equipamiento durante la guerra con Marruecos fue la causa de que España buscara en otro sitio un complemento a su flota de tanques Patton (M-47 Patton y M-48 Patton), adquiriendo finalmente el AMX-30E, versión del blindado francés AMX-30.
Casi inmediatamente después, el Ejército y el Ministerio de Defensa comenzaron a planear un futuro tanque español, que desembocó en el proyecto Lince. A pesar de las numerosas ofertas, el programa Lince fracasó debido a problemas financieros, tomándose en su lugar la decisión de modernizar la flota existente de AMX-30E y posteriormente de adquirir un gran número de tanques estadounidenses M-60 para reemplazar la flota de los por entonces ya muy viejos M-47 y M-48. La mitad de los AMX-30E se modernizaron a la versión AMX-30EM2, mientras que el resto se sometió a una modificación más limitada denominada AMX-30ER1. Sin embargo, ni el M-60 ni el AMX-30 modernizado proporcionaron a España un tanque lo suficientemente moderno para el siguiente siglo, por lo que en 1994 el Ministerio de Defensa comenzó a negociar con el Gobierno alemán la compra de los Leopard 2. En última instancia, 108 Leopard 2A4 se adquirieron e integraron en el E. T., mientras que 219 Leopardo 2E (basados en el alemán Leopard 2A6) se montaron y fabricaron parcialmente bajo licencia en España. Los Leopard 2A4 y 2E sustituyeron a la flota de tanques M-60, mientras que los AMX-30EM2 fueron reemplazados por los cazacarros italianos B1 Centauro. En la actualidad, el Ejército español posee 108 Leopard 2A4 y 219 Leopardo 2E.

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